La situación jurídica del senador liberal del departamento de Caldas, Mario Castaño, parece complicarse cada vez más al conocerse nuevos detalles del entramado de corrupción que dirigía valiéndose de su investidura, y que podría superar los 60 mil millones de pesos según cálculos iniciales.

La Fiscalía General de la Nación tiene en sus manos en estos momentos la declaración de Nova Lorena Cañón, una relacionista pública que se movía como pez en el agua en altas esferas del poder central del Gobierno, como ministerios, y otras altas dependencias, la cual dio a conocer muchos movimientos de la red y además reveló montos de las cifras que se manejaban.

La mujer actuaba como lobista para capitalizar millonarias partidas para obras en municipios preferentemente de la zona del Eje Cafetero, donde Castaño mantenía su fortín político.

Cañón ahora es testigo estrella que está colaborando con la Fiscalía para llegar a acuerdos sobre rebaja de pena, con base en la importancia de los testimonios que revele.

Vale la pena mencionar que el senador Mario Castaño fue capturado por el CTI, y en estos momentos continúa bajo arresto.

En una publicación de la revista Semana que está circulando se mencionan declaraciones textuales de Nova Lorena Cañón, en las que se refieren al manejo de millonarias sumas de dinero vinculadas al círculo de corrupción que dirigía el político.

A manera de comentarios cínicos que hacían entre el grupo, Cañón, reveló dos frases emblemáticas que utilizaban con frecuencia.

“Si Mario Castaño está de por medio, las cosas se hacen”, y la otra que repetían como una especie de muletilla de Castaño, era: “Siga robando, pero poquito”, aseguró la lobista.

Las declaraciones de Cañón ponen en aprietos también al hombre de confianza de Castaño en toda esta maniobra, Juan Carlos Martínez quien es prófugo de la justicia en estos momentos.

En igual situación se encuentran muchos alcaldes de Tolima y Caldas; a un candidato a la Cámara por Boyacá, del Partido Liberal, y que se quemó; y a funcionarios, contratistas y particulares, asegura Semana.

“Sus testimonios han resultado tan contundentes que la propia Corte Suprema de Justicia, que tiene tras las rejas al senador Castaño, ya citó a Cañón para que sea testigo de cargo contra el otrora cacique político del Eje Cafetero”, dice también la publicación capitalina.

Llamó la atención cuando se refirió a un contrato de iluminación, del que aseguró nada tuvo que ver, pero que resultó escandaloso.

Era justo en medio de la pandemia y cuando las islas de San Andrés y Providencia fueron sacudidas por el huracán Iota.

“Se gastaron 1.700 millones de pesos en las luces de fin de año. Lo mismo ocurrió en el municipio de Villamaría, Caldas”.

La mano delincuencial de Castaño habría estado presente, según Cañón, en esos contratos.

La lobista formó parte de una red corrupta de más de 70 personas, diez de ellas ya capturadas.

Este parece ser apenas el inicio de una sofisticada red considerada una impresionante feria de sobornos, en los que se robaron ‘de frente’ millonarios recursos públicos.